miércoles, 12 de febrero de 2014

La batalla de Arrancourt

Por Isaac Cano Granero.

Después de Normandía, las acciones acorazadas en el frente occidental, fueron muy rápidas y contundentes. Debemos señalar que las tropas alemanas acantonadas en ese frente eran de segunda clase. Aun así, ciertos mandos demostraron una iniciativa bastante correcta aun sabiendas de los pocos medios existentes.

Los angloamericanos realizaron buenos ataques como en la bolsa de Caen, pero nunca pudieron derrotar de manera contundente las tropas alemanas. La manera en que se replegaban los ejércitos nazis era modélica. Además hubo muchos casos en que simples oficiales de escaso rango opusieron en un aprieto a las tropas americanas. Aunque siempre la superioridad aérea y numérica aliada se hacía notar.

EL SISTEMA DE PARADA DE LOS EJÉRCITOS ALIADOS
Ante la dureza de combates en Francia; los ejércitos aliados tomaron la estrategia de crear un sistema de avance sistemático en caso de oposición importante. Las fuerzas terrestres, cuando no podían hacer frente a la amenaza u oposición,  recurrían a las fuerzas aéreas para barrer los reductos. Cuando terminaba el ataque aéreo, las fuerzas terrestres aliadas se posicionaban con un número indeterminado de artillería para terminar de barrer los defensores si aún quedaba algo. Finalmente, el ejército terrestre avanzaba o asaltaba en la posición “debidamente machacada”.

Esto se hizo muy patente cuando los alemanes ya apenas podían hacer frente al poder aéreo aliado. Por eso los ejércitos nazis decidieron subdividir las divisiones para dispersar las fuerzas y aprovechar mejor la calidad que la cantidad. Por eso se formaran las brigadas Panzer como experimento. Fuerzas menores pero mejor equipadas.

Eso tenía sus ventajas e inconvenientes. Una fuerza así era más móvil, pero no podía hacer frente una brigada única a las compañías divisionarias de un ejército aliado, a menos que varias brigadas pudieran juntarse.

El experimento de las brigadas Panzer se planteó después de la operación Cobra, obteniendo diversos éxitos. Pero se abandonó esta forma de combatir después de la batalla de Arrancourt; donde la masa terrestre americana y el poder aéreo acabaron con varias brigadas sin apenas bajas significativas.


EL DESARROLLO DE LA BATALLA
Chateau Salins y Arrancourt fueron las dos poblaciones principales cuando las fuerzas blindadas de Patton se hallaban inmovilizadas por falta de combustible al realizar un avance a marchas forzadas en un espacio tan amplio. Aun con la falta de carburante podía ordenar pequeñas operaciones menores o de diversión para acabar decentemente con focos de resistencia o tomar puntos secundarios. Eso sucedió cuando se ordenó el 16 de septiembre al XII Cuerpo Estadounidense ganar la zona del Darmstadt y coger la cabeza de puente que daba al Rhin.

Cualquier general de blindados que pensaba en grandes líneas y que entendía la forma de guerra de carros sabía que ese punto era importante si era tomado. Los alemanes lo comprendieron y reunieron todas sus fuerzas existentes en la zona. El problema de los americanos es que no supieron aprovechar ni ver la importancia de esos puentes ya que perdieron dos días entre combates y escaramuzas en la zona de Nancy.


En Chateau Salins el I ejército alemán instaló su cuartel general de área. Las hostilidades empezaron entre el 18 y el 19 de septiembre. Se lanzaron la 15º brigada de granaderos Panzer, la 111º, 112º y la 113º Brigada Panzer y otras dos (la 11º y 21º aunque muy mermadas) en la zona de Luneville. En conjunto apenas poseía unos 100 carros de diverso tipo. Por ejemplo la 112º solo tenía cinco Panthers y algunos pocos tanques más en el momento del ataque. Manteuffel ordenó un ataque mal coordinado que fue sellado por la aviación y artillería americana destruyendo unos cincuenta carros de todo tipo.

Sin dar descanso a las fuerzas alemanas, en Blaskowitz, los Kampfgruppen alemanas atacan simultáneamente a la 4º División blindada, que son parados por el contrataque de algunos cazacarros M-18 y M-10. Lo que obligó a retirarse a las tropas alemanas.

Manteuffel se encontraba desbordado y apenas le quedaban fuerzas en el sector de Luneville -Aproximadamente unas dos brigadas-. Intentó forzar un ataque pero la aviación castigó su avance y la ofensiva acabó con la aniquilación de algunas fuerzas importantes. Cabe decir que la 11º brigada Panzer, si era ya muy débil, quedó virtualmente destruida; solo tenía un centenar de hombres y siete tanques operativos. El mariscal Balk reanudó el ataque sobre los alrededores de Arrancourt. Pero una mala climatología y la acción de la artillería de campaña americana hizo que los tanques de Balck retrocediesen. Solo obtuvo unos pocos éxitos en la población de Gremency, pero a costa de perder cerca de 30 carros de combate.

Manteuffen y Balck se entrevistaron con los mariscales de mayor graduación para pedir que no se sacrificaran más tropas inútilmente ya que un cuerpo del ejército americano poseía una fuerza blindada inmensa. El 22 de septiembre las tropas alemanas se retiraron ordenadamente de la zona de Arrancourt dejando tras de si una estela de blindados destruidos y en material diverso.


VALORACIÓN
La batalla de Arrancourt supuso una sonada victoria para las tropas de Patton. Muchos factores pueden explicar el éxito de las acciones americanas. Lo primero fue que los ataques no fueron bien coordinados. Las brigadas blindadas alemanas no supieron actuar al unísono para hacer una pinza en el saliente. Hubo un ataque primerizo que luego arrastró otro ataque en el sur. Si lo hubieran hecho de forma más simultanea hubiera supuesto un reparto de fuerzas blindadas y de objetivos, causando mayor amenaza por atacar en dos lugares completamente diferentes y alejados.

Lo segundo es la calidad de dotaciones y tropas. Las tropas alemanas tenían, en general mejores carros que los americanos; pero eran menos, y sus dotaciones eran más bisoñas por el tremendo goteo de bajas. En cambio, los americanos tenían carros algo inferiores (Ya tenían los Shermans con cañones de 76 mm); pero con tropas más fogueadas y experimentadas.

Y la tercera fue la acción aérea aliada. Muchos teóricos están maravillados por los ataques de alta precisión que hicieron los cazas con armamento terrestre. Incluso se utilizó muchísimas bombas de NAPALM e incendiarias (no eran tan habituales en el frente europeo), que aunque el fuego no penetre la coraza blindada de un tanque, sí que ahoga motores y asfixia dotaciones. Además los ataques quirúrgicos de las artillerías aliadas fueron memorables sorprendiendo al enemigo por la lluvia de metal y fuego que podían concentrar.

Las pérdidas alemanas lo dicen todo. Unos cien tanques silenciados o perdidos, y varios cientos de cañones perdidos que a esas alturas de la guerra difícilmente podían permitirse. En cambio, los americanos tuvieron apenas cuarenta carros averiados o perdidos en la batalla. Una gran victoria para el ejército blindado de Patton.

3 comentarios:

  1. Interesantisimo y bien escrito...Buenísimo
    Sugerencia: podíais hacer mas a menudo estos resúmenes históricos de batallas importantes, mola bastante.

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  2. Hola Santi, lamentablemente Isaac que es el que hacía este tipo de cosas ya no colabora con nosotros =(

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